Los montañeros
Los usuarios de un refugio suelen guardar una cierta homogeneidad, pero los nuevos aires del turismo han incorporado clientes ocasionales que hacen uso de las instalaciones esporádicamente, personas de diferentes edades que se inician en la práctica del turismo deportivo, o familias con niños que aprovechan la mejora de las instalaciones para acercarse a las cumbres.
Muchos usuarios ocasionales desconocen las costumbres que diferencian a los refugios de otros establecimientos de hostelería. A casi nadie le extraña que la cena se sirva a una hora fija que obliga a coincidir a todos los alojados. Sorprende más que sea tan estricto el horario nocturno de silencio o que haya que colaborar, limpiando la propia mesa o doblando las mantas. Hay una filosofía que puede sorprender a los nuevos usuarios y que no figura en las topoguías y los folletos.